El otoño trae consigo mucho más que la vuelta al cole, la caída de las hojas y la rebeca para las noches. Es época de reencuentros, cenas, presentaciones y, por supuesto, ¡bodas!
Sí, hemos de confesarlo. No llevamos bien el disimulo y creemos que se nos nota. Así que es mejor contarlo. Somos súper fans de las bodas (#nomedigas). Lo hemos estado analizando y es que tienen muchas cosas buenas: coincides con gente a la que hace mil que no ves; todo el mundo luce sus mejores galas; aparcas los problemas y la rutina; comida exquisita fluye por doquier; suena la música; muchas veces, hay despedida previa… y, además, todos sabemos que pasarlo bien y reír es buenísimo para la salud. Vaya, que celebrar el amor, aunque sea el ajeno, es una de las cosas más agradables y divertidas que tiene esta vida nuestra.
Y como no nos queremos perder una, nos hemos propuesto colarnos en todas vuestras fiestas, a través de nuestros vestidos. ¡Hoy elegimos tul y plumas!